Elije pensamientos y creencias positivas

Es indudable que si queremos generar cambios en nuestra vida, hay que cambiar nuestro modo de pensar y hablar, ser conscientes de las creencias limitantes que hasta el día de hoy no nos permiten avanzar y lograr lo que deseamos en la vida. 

Todas podemos acceder a vivir experiencias maravillosas y placenteras, no hay ninguna perona en este mundo que no tenga esta facultad. Lo que diferencia al porcentaje de personas que las vive de las que no, es la actitud que toman ante la vida, es su modo de pensar, de hablar, sus creencias. Si me paso el día teniendo pensamientos negativos sobre los diversos aspectos de mi vida, es imposible que logre crear las experiencias gratificantes que tanto anhelo mientras no cambie mi manera de pensar.

Nos convertimos en lo que pensamos, creamos nuestras experiencias a través de lo que elegimos creer a cada minuto.  Si creo que la Vida es dura y difícil es exactamente esto lo que experimentaré. No hay nada más importante que tomar consciencia sobre esto. Lo que vivimos no es al azar, no es algo que pasa allá y nosotras somos solo espectadoras. Bien plantea Wayne Dyer en «Tus Zonas Mágicas: Cómo usar el Poder Milagroso de la Mente»: «Las circunstancias no hacen a las personas, las definen», piensa un poco en esta idea…

Tienes la elección ahora mismo de comenzar a ser consciente de tus pensamientos, palabras y creencias, elegir precisamente pensar aquello que quieres experimentar. Todas deseamos vivir y experimentar eventos positivos, pues para esto necesitamos pensar también de la misma manera, de forma positiva.

Ahora te comparto un extracto del libro de Louise Hay «¡El Mundo te está esperando!» Disfrútalo y piensa y medita en cada una de las palabras que ella plantea.

«Como bien saben muchas de mis lectoras, yo creo firmemente que las cosas que pensamos, las palabras que decimos y las creencias que tenemos son muy poderosas; dan forma a nuestras experiencias y a nuestra vida. Es como si cada vez que tenemos un pensamiento o decimos una palabra el Universo nos escuchara y nos respondiera. Así pues, si hay algo en nuestra vida que no nos gusta, tenemos el poder para cambiarlo. Tenemos el poder de nuestros pensamientos y palabras. Cuando cambiamos las palabras y los pensamientos, cambian también nuestras experiencias. Sea cual sea nuestro pasado, sea cual sea el ambiente del que procedemos, por difícil que haya sido nuestra infancia, hoy podemos hacer cambios. Esta es una idea muy poderosa y liberadora, y si creemos en ella se convierte en realidad. En mi opinión, esta es la forma en que resolvemos todos nuestros asuntos y problemas. Primero efectuamos el cambio en la mente y entonces la vida nos responde conforme a ello.

Lo que hacemos continuamente es vivir nuestro pasado. Lo que estamos viviendo en estos momentos es lo que nos hemos creado con las creencias y pensamientos del pasado. Así, si en nuestra vida hay algo que no nos gusta, tenemos la opción de recrear nuestras experiencias del futuro. Cuando comenzamos a cambiar nuestra manera de pensar, es posible que no se produzcan muchos cambios positivos de inmediato, pero si continuamos con nuestra nueva forma de pensar, veremos que el mañana se va haciendo diferente. Si queremos que el mañana sea positivo, hemos de cambiar nuestros pensamientos hoy. Los pensamientos de hoy crean las experiencias de mañana (…) Me gustaría que todas introdujéramos en nuestro vocabulario la palabra neuropéptidos. Esta palabra, acuñada por Candace Pert en su investigación del funcionamiento del cerebro, da nombre a los «mensajeros químicos» que viajan por el cuerpo siempre que tenemos un pensamiento o decimos una palabra. Cuando los pensamientos son de rabia, juicio o crítica, las substancias químicas que producen deprimen el sistema inmunitario. Cuando los pensamientos son de amor, positivos y llenos de fuerza, esos mensajeros llevan otras substancias químicas que estimulan y fortalecen el sistema inmunitario. Por fin la ciencia está confirmando lo que muchos ya sabíamos desde hace años: que existe una conexión cuerpo-mente. Esta comunicación entre la mente y el cuerpo jamás cesa, no duerme. La mente está continuamente transmitiendo los pensamientos a las células del cuerpo.

Así pues, a cada momento, estamos eligiendo, Consciente o inconscientemente, pensamientos sanos o pensamientos dañinos. Estos pensamientos afectan al cuerpo. Un solo pensamiento no ejerce sobre nosotros gran influencia. Pero todos tenemos más de sesenta mil pensamientos al día y el efecto de esos pensamientos es acumulativo. Los pensamientos tóxicos envenenan el cuerpo. En la actualidad la ciencia está confirmando que no debemos entregarnos a pensamientos negativos, ya que eso nos enferma y nos mata (…) Así pues, ¿qué tipo de pensamientos tienes en este momento? ¿Qué tipo de neuropéptidos están viajando por tu cuerpo? ¿Tus pensamientos te están haciendo enfermar o sentirte bien? Somos demasiadas las personas que nos quedamos de brazos cruzados en nuestra prisión de indignación o rencor justiciero, creada por nosotros mismos. No hemos entendido que la acusación causa más estragos en el acusador que en el acusado. Los neuropéptidos que llevan los pensamientos acusadores por el cuerpo van envenenando lentamente nuestras células. No hay que olvidar tampoco que nuestro ego negativo siempre desea mantenernos esclavizados y desgraciados. El ego negativo es esa- voz que siempre nos dice «un bocado más, toma otro trago más, fuma un porro más, hazlo una vez más». Pero no somos nuestros cuerpos ni nuestros pensamientos ni nuestros egos. Poseemos nuestros cuerpos. Somos la mente pensante, la que tiene los pensamientos. Cuando nuestro respeto, dignidad y autoestima son fuertes, jamás cedemos a la voz del ego negativo. Somos mucho más de lo que creemos ser.

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